¡Ya estamos de lleno en primavera! Los días se alargan, las temperaturas se suavizan, vemos el sol… Y aparecen las temidas alergias. ¿Te afecta el polen y padeces estornudos, picor de ojos y malestar general? Si es tu caso, te queremos dar unos consejos para sobrevivir a la alergia primaveral. ¡Presta atención!
Aunque para muchas personas la primavera es la “estación del amor”, no son pocas las que ven estas fechas con recelo. Se estima que un tercio de la población española padece algún tipo de inconveniente alérgico, agravándose en primavera y dando lugar a dificultades para respirar, oídos tapados, dolores musculares o cansancio. Se trata de los alérgicos primaverales.
El principal culpable de esta situación es el polen. Se estima que es el responsable del 80% de los problemas en esta época. Es por ello que nos gustaría aprovechar el siguiente post para explicaros algunos consejos para sobrevivir a la alergia primaveral. ¡Toma nota!
- Es conveniente evitar el contacto con la naturaleza, sobre todo en fechas en las que el nivel de polinización sea muy alto. La protección y la prevención han de ser nuestros aliados.
- Para las personas que tengan finca, parcela o jardín en su casa, habrá que evitar cortar el césped durante estas fechas.
- Si eres alérgico, seguramente ya te habrás dado cuenta, pero los días de sol y viento no son los mejores. El motivo no es otro que una humedad menor en el aire y una mayor dispersión del polen. ¿Lo mejor? Resguardarse en casa.
- Además, en casa deberemos evitar airear las habitaciones durante las horas de sol, siendo preferible hacerlo al anochecer. Además, por mucho que las temperaturas pudieran ser altas, no es aconsejable tener las ventanas abiertas.
- La limpieza del hogar será fundamental también. No te olvides de pasar el aspirador a cualquier alfombra o moqueta para retirar la máxima cantidad de ácaros posible. También habrá que lavar con frecuencia todas las mantas, cortinas, edredones…
- También hay que tener cuidado con las mascotas, sobre todo con aquellas cuyo pelo es más largo. Es conveniente que no entren en las habitaciones.
- Si no queda más remedio que salir a la calle en un día de sol y viento, no te olvides de las gafas de sol para evitar el contacto de los ojos con el polen.