¿Eres de los que compras cereales integrales en el supermercado totalmente convencido/a de que son una opción tan saludable como ligera para tu salud y para mantener tu peso a raya? Pues sentimos decirte que la mayoría de esos productos, además de contener numerosos conservantes, tienen una elevada cantidad de azúcares y otros ingredientes procesados y refinados que no los hacen tan sanos como parecen (o como te los venden).
Y algo así ocurre con los refrescos zero y con los refrescos light, que no es oro todo lo que reluce. ¿También optas por ellos cuando sales a tomar algo? Pues mucho ojo como te vamos a contar hoy en este post.
¿Qué les pasa a los refrescos zero y light?
Has abandonado el azúcar, las grasas saturadas, haces deporte y apuestas por los alimentos bajos en calorías. Todo sea por tu salud y por tu bienestar, además de por tener un peso óptimo. Pues bien, como te decíamos, mucho cuidado con los refrescos light y zero.
Hace ya tiempo que la Organización Mundial de la Salud alertó sobre los peligros del consumo de bebidas azucaradas, como puede ser el caso de los refrescos y los zumos. Nada nuevo, ya que todos tenemos más o menos claro lo importante que es reducir el azúcar de nuestra dieta. Era evidente que estas bebidas también eran muy perjudiciales y, hasta cierto punto, grandes culpables de contribuir a los actuales problemas de obesidad y diabetes.
La voz de una autoridad como la OMS propició que la respuesta de las casas fabricantes de este tipo de bebidas no se hiciera esperar: pronto comenzaron a proliferar, primero, las versiones light, y después, las versiones zero azúcar de estos refrescos. Las nuevas versiones de estos productos en seguida adquirieron gran popularidad por considerarse una opción “más sana y menos calórica” de seguir disfrutando de estas bebidas.
Sin embargo, estudios recientes han demostrado que los refrescos zero y los refrescos light pueden aumentar de igual manera el riesgo de padecer estos problemas de salud. Al menos, esa es la conclusión a la que han llegado los investigadores del Colegio Médico de Wisconsin y de la Universidad Marquette en Milwaukee (Estados Unidos). ¿Quieres saber qué dicen?
Últimos estudios sobre los refrescos zero y light.
Como te contamos, la creciente preocupación de la población por el cuidado de su salud, ha avocado a muchas marcas a potenciar sus versiones light y zero, libres de azúcares y sustituyéndolos por edulcorantes artificiales. De esta manera, se consiguen reducir también las calorías vacías y se venden como productos “más sanos”. El “cero azúcares” se ha convertido en la muletilla perfecta para incentivar las ventas.
Sin embargo, los estudios realizados al respecto vienen a decir que los edulcorantes artificiales que se utilizan en estas bebidas en sus versiones menos calóricas elevan el riesgo de padecer enfermedades metabólicas, además de no evitar algunos problemas asociados a la obesidad o a la diabetes.
Estos añadidos no son inocuos para la salud de una persona. En concreto, y según el estudio realizado en la Universidad Marquette, nuestro organismo cambia la forma en que procesa las grasas al consumir regularmente refrescos light y zero. Además, varios de sus componentes, como el acesulfamo-k, se acumula en la sangre y puede ser causante de posibles daños en las células de los vasos sanguíneos.
¿Cuál es la solución entonces? Como en la mayoría de los casos, la moderación. No tiene ninguna ventaja apostar por los refrescos zero o ligth en vez de los normales con azúcar, aunque puede ser algo positivo para personas diabéticas que así no ingieren directamente tanta azúcar. Pero, si lo que quieres es evitar problemas de diabetes y obesidad y garantizar una mejor alimentación, lo más conveniente es moderar al máximo su consumo, o incluso optar por su total eliminación. Ya sabes, ¡somos lo que comemos, pero también lo que bebemos!