Sufrir un ictus es algo que nadie espera. Llega en el momento menos esperado y, en ocasiones, es muy complicado de detectar a tiempo, aunque es cierto que en este artículo vas a poder descubrir algunas pistas que te pondrán en alerta para darte cuenta de que lo sufres. Así podrás actuar a tiempo. Tener una rápida reacción y que el equipo médico se pueda poner manos a la obra cuando antes va a ser clave para que no te quede ningún tipo de secuela. Eso sí, ten en cuenta que, a veces, el personal médico hace lo que puede, pero también hay que valorar la intensidad del ictus. Desgraciadamente, no siempre se puede asegurar que, a posteriori, el paciente vaya a quedar como antes, pero la realidad es que son muchos los que lo han sufrido y, actualmente, continúan haciendo vida normal. ¿Cuáles son las señales de un ictus? Aquí tienes algunas con las que te debes quedar. ¡Te pueden salvar la vida!
Presta atención a las señales de un ictus
¿Conoces la regla de la CAMA? Estamos hablando de lo que tienes que valorar como posibles momentos previos al ictus. Fíjate en algunas partes de tu cuerpo y descubre algunas alertas que te van a servir para poder manejarte por ti mismo antes de que sea demasiado tarde. Venga, no pierdas más tiempo y ponte a memorizar todo esto. Profundizamos en la regla de cara, brazo, mensaje y actuar rápido.
- Cara: En el rostro es donde puedes notar las señales más significativas de que un ictus está por venir. Si te miras en un espejo y ves que tu cara ha dejado de ser un ejemplo de simetría, ten mucho cuidado. Es hora de que llames al médico para que valore si puedes estar sufriendo un ictus. Ten muy en cuenta que una cara torcida es sinónimo de que hay algo que no está yendo bien. No te lo tomes como algo normal y piensa que tienes que dar pasos para poner fin al problema. El rostro caído suele darse con mucha frecuencia antes de que el ictus haga acto de presencia. Incluso, en algunos casos, hay pacientes que sienten una parte del rostro paralizada.
- Brazos: Las señales de un ictus también pueden aparecer en los brazos. ¿A qué nos referimos? Algo tan sencillo como que no seas capaz de levantar los dos brazos puede ser un claro síntoma de un ictus. Lo normal es que, cuando intentes hacerlo, haya un brazo que te cueste mucho impulsar o que, una vez elevado, se caiga porque no tiene la suficiente fuerza para mantenerlo arriba. Si comienzas a notar que un brazo está mucho más débil que el otro, ha llegado la hora de que te pongas en manos de profesionales especializados. Llama al 112 o acude a urgencias o al centro de salud más cercano. Ahí te explorarán y harán las pruebas pertinentes para valorar si el ictus está llamando a la puerta o se trata de cualquier otra patología.
- Mensaje: Es otra de las señales de un ictus y, aunque aquí en España se identifica como mensaje para seguir la regla e identificarla, estamos hablando del habla. Si te patina la lengua y comienzas a alargar las palabras o si no se te entiende en general, cuando intentas expresarte, mucho cuidado. La forma de hablar también puede ser la alerta perfecta para darte cuenta de que puedes estar sufriendo un ictus. Si esto se da, podrás actuar por ti mismo. De todas maneras, también hay casos muy graves en los que la persona no logra decir nada y de su boca comienzan a salir vocablos sin sentido o palabras inventadas. Es realmente complicado reaccionar, con lo que se hace muy importante tener la suerte de estar acompañado en ese momento.
- Actúa rápido: Es en lo que hemos insistido durante gran parte del artículo. Decidir rápido y de forma correcta es fundamental. Tu vida está en peligro y debes saber lo que tienes que hacer. Ante cualquier síntoma, no hagas ningún esfuerzo y llama al 112.
¡Toca prevenir el ictus! Cuida tu salud.