¿Estás listo para el cambio de estación? ¿Cómo? ¿No sabes a lo que nos referimos? Deberías porque preparar la llegada de la primavera es más necesario de lo que puedas imaginar. Seguramente, sea la estación más diferente a la anterior que nos encontramos a lo largo del año y eso puede afectar a nuestra salud y a nuestro estado de ánimo. 

Nos importas tú y todos los que nos rodean. Al igual que os dimos algunas recomendaciones para trabajar en verano de forma más adecuada, hoy venimos a hablarte de algo que en los últimos años ha ido adquiriendo cierta importancia: combatir los efectos que la primavera puede tener en nosotros. 

Consejos para preparar la llegada de la primavera

La primavera está a la vuelta de la esquina y, aunque todos la esperamos con ganas, no nos engañemos: también trae su buena dosis de caos. El cambio de armario, la limpieza general, las alergias… Pero tranquilo, que aquí te damos las claves para recibirla con los brazos abiertos sin perder la cordura.

• Despídete del invierno (pero sin drama)
  Sí, toca guardar los abrigos gordos, las bufandas kilométricas y las botas que han sobrevivido a los charcos invernales. Pero no cometas el error de esconderlo todo en lo más profundo del armario sin ton ni son. La primavera tiene su propia versión del frío traicionero, así que deja a mano al menos una chaqueta y algún jersey fino. No querrás ser esa persona que sale en manga corta en marzo y se arrepiente a los cinco minutos.
• Operación limpieza: el momento que nadie quiere, pero todos necesitan
  La primavera es la excusa perfecta para hacer esa limpieza profunda que llevas meses posponiendo. ¿Tienes ropa que no usas desde hace años? Dónala. ¿Cajones llenos de cosas que ni recuerdas por qué guardaste? Hora de hacer limpieza. Y si te animas, abre las ventanas y deja que entre el aire fresco. Tu casa te lo agradecerá y tus pulmones también.
• Domina la batalla contra la alergia
  A la hora de preparar la llegada de la primavera, muchos tenemos que hacer frente a las temidas alergias. Si eres de los que empiezan a estornudar con solo oír la palabra «polen», prepárate. Tener a mano los antihistamínicos, limpiar bien el polvo y ventilar en las horas adecuadas puede hacer la diferencia entre disfrutar la primavera o vivir con los ojos llorosos y la nariz en modo fuente.
• Dale un toque primaveral a tu casa
  No hace falta redecorar toda la casa, pero unos pequeños cambios pueden hacer que se sienta más fresca y acogedora. Unas flores en la mesa, cambiar las mantas invernales por telas más ligeras o incluso unas cortinas más claras pueden hacer maravillas.
• Sal y disfruta (pero con moderación)
  Después de meses de frío, lo que más apetece es salir a la calle y absorber toda la vitamina D posible. Pero recuerda que el sol primaveral es traicionero: si no quieres parecer una gamba en abril, no olvides la crema solar.

En definitiva, la primavera está para disfrutarla, pero con un poco de planificación. Para nosotros, preparar la llegada de la primavera puede marcar la diferencia entre disfrutarla o sufrirla.